Tras su discreto divorcio, la ministra de Sanidad quiere empezar una nueva etapa.
Mónica García, de 49 años, presume con orgullo de ser la elegida de Pedro Sánchez para ocupar el Ministerio de Sanidad como una de las cinco carteras correspondientes a Sumar. Si bien en el terreno profesional la vida le sonríe, la anestesista de profesión no puede decir lo mismo acerca de su vida sentimental, al menos por ahora. Y es que, la política firmó el acuerdo de divorcio con su marido, Enrique Montañés García, a finales del mes de julio, tal y como avanzó El Debate. Debido a este importante cambio en su vida, que afecta a su esfera más personal, Mónica García, se encuentra en una búsqueda activa para encontrar el que será su nuevo hogar.
De hecho, ha sido vista en el exclusivo barrio de Salamanca, concretamente en la calle Goya, donde se interesó por un piso 200 metros cuadrados cuyo precio en el mercado rondaba 1.000.000 de euros. La tarea de encontrar un nuevo hogar no estaría siendo nada fácil para la política. «Un día la vieron por la calle Goya, pero no se la alquilaron», explicó una fuente recordando que la propietaria, al enterarse de que García estaba interesada en su vivienda, rechazó negociar para llegar a un acuerdo en común.
Anteriormente vivía en un ático en la zona de Retiro. Por dicha vivienda su exmarido pagó 630.000 euros al contado. La vivienda tiene un total de 137,31 metros cuadrados y se encuentra en uno de los últimos pisos del edificio. Asimismo, la propiedad cuenta con cuatro dormitorios y al menos un cuarto de baño y un servicio.
Su divorcio
El hermetismo es algo que forma parte del día a día de Mónica García en todo a lo que respecta a su vida privada. Sin embargo, sí que se pudo conocer el fin de su historia de amor con Enrique Montañés García, con quien tiene tres hijos en común. En un primer momento se pensó que habría sido él quien tomó la decisión por la presión mediática a la que fue sometido por el rol que ejerce García en el mundo de la política, lo que la ha convertido en un personaje público de la crónica social de nuestro país. Por su parte, él siempre se ha mantenido en un segundo plano y no hay rastro suyo en redes sociales pese a ser vicepresidente senior de CHEP para el sur de Europa.
La crisis matrimonial se podría haber producido por ésta y otras cuestiones, pero el desencadenante final de la separación tiene su origen en la polémica del Bono Social Térmico en el que él se vio involucrado. Se trata de una ayuda dada por el Gobierno de España para familias en situación de vulnerabilidad por el que recibió 195,82 euros en un único pago. Entrando en más detalles, el sueldo de Montañés es de, aproximadamente, uno 200.000 euros anuales. Por ello fueron duramente criticados.