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El cierre a las once de la noche amenaza la supervivencia de las terrazas del distrito Centro: «Se perderán puestos de trabajo»

La nueva ordenanza recorta una hora a los veladores de los locales situados fuera de las zonas de protección especial o saturadas: «Es injusto»

A partir del 16 de octubre y hasta el 14 de marzo, las terrazas del distrito Centro deberán cerrar a las 11 de la noche. Estarán abiertas desde las 9 de la mañana pero a las 11 de la noche tendrán que ser recogidas sin distinción de barrios ni zonas. Durante el «periodo estacional», del 15 de marzo al 15 de octubre, el centro está dividido en zonas de protección acústica baja, media y alta con horarios diferentes entre sí. No habrá ninguna distinción en la temporada de invierno, obligando al cierre de los veladores a la misma hora perjudiquen o no al descanso de los vecinos.

El equipo de Más Madrid dirigido por Manuela Carmena estableció en el último pleno municipal antes de las elecciones de junio de 2019 las once como hora de cierre. «No hubo una negociación. A alguien se le ocurrió decir las once como podría haber dicho otra hora. Fue una imposición realizada al margen del sector, impuesta sin consultarnos y decidida a última hora«, señala José Antonio Aparicio, presidente de Hostelería Madrid, la patronal de los empresarios hosteleros en la Comunidad. Y durante la redacción de la nueva ordenanza, que entró en vigor en febrero de este año, no tuvo oportunidad de retrasar el cierre. «No es lógico que quienes tienen una terraza tranquila, sin ruidos, tengan las mismas restricciones. No son iguales las terrazas de Palacio que las de Lavapiés o Malasaña».

Las Zonas de Protección Acústica Especial dependen de la concejalía de Medio Ambiente. Mientras que la gestión del resto de terrazas, terrazas covid o de la denominación como Zona Saturada (por ejemplo, Ponzano), se encarga Coordinación Territorial. «El espíritu de la normativa en temas medioambientales no contempla la regresión de estas medidas. Al menos, el artículo más crítico, el 21, ha quedado anulado por los tribunales y se permite la instalación de nuevos negocios en el distrito Centro, la principal reivindicación del sector», comentan a este suplemento desde Medio Ambiente.

PELIGRAN LAS CENAS

Los hosteleros se quejan de que hasta el 15 de marzo no tendrán margen para servir cenas. «¿Quién cena en una terraza y se va antes de las once? ¿A qué hora salís vosotros?», pregunta Belén, la encargada de El anciano rey de los vinos, un clásico situado frente al Palacio Real. «Supone perder mucho trabajo en fin de semana. La pandemia ha cambiado mucho la mentalidad respecto a las terrazas. Antes se quedaban vacías en octubre. Ahora ya no pasa. Esta es una zona tranquila y no hemos tenido ningún problema con los vecinos. ¿A las 11 dices? Pues es que no sabía nada».

José Antonio Aparicio insiste en que a lo largo de las 472 hectáreas del distrito Centro hay situaciones muy diferentes. «Este horario empeora la marca Madrid. En la nueva ordenanza se puede leer que es una solución conciliada y conciliadora pero no se ha hecho nada por buscar un equilibrio entre las distintas necesidades de cada zona».

ACUMULACIÓN DE PROBLEMAS

Así, en la calle Argumosa de Lavapiés, donde distribuye sus mesas exteriores el bar Revuelta, reconocen que a veces «hay mucho ruido». Isabel, la encargada, añade que recoger la terraza a las 11 reduce mucho el trabajo. «Si añades los créditos ICO, las subvenciones que no lo eran, las restricciones, los impuestos, pues no estamos tan bien ni esto es el paraíso que decían». Rubén, propietario de otro bar de la zona, ironiza: «Estaría bien si al recortarnos horas de terraza rebajaran un porcentaje a pagar de la tasa». Isabel, que entra y sale del local distribuyendo desayunos, está seria. «Hay que añadir la subida de precios. Pues es probable que perdamos uno o dos puestos de trabajo«. Rubén lo confirma: «Si antes tenías dos turnos amplios, ahora a lo mejor te sobran».

La plaza del Rey está organizada alrededor de los veladores. En Sifón tuvieron problemas «justo con el vecino de arriba», comenta Bea. Sifón pertenece al grupo Moby Dick. «Hemos ido a juicios. Tuvimos que poner acolchado en la barra y espuma en otros rincones del bar. Pedimos a los proveedores que vinieran a las 12 de la mañana. Llevamos abiertos siete años y aunque no somos un local de noche, cerramos a la 1. Si cerramos antes vamos a perder mucha venta. Desde el Covid la gente prefiere estar fuera».

La nueva ordenanza de terrazas del Ayuntamiento también ha recortado una hora a las terrazas de los locales situados fuera de las Zonas de Protección Acústica Especial y de las consideradas Zonas Saturadas. «Es un agravio comparativo», se queja Juanjo, el encargado de Richelieu, el bar de estilo inglés que gestiona una de las terraza más concurridas de Chamberí.

«Creo que se les fue de las manos en un momento determinado otorgando licencias y quieren atajar el problema de un modo que nos fastidia a todos. En 50 años no hemos tenido ni una sola queja de los vecinos. No se nos ha informado de nada. Nos enteramos por la Policía. Son muchas horas al mes las que vamos a perder y, tal y como funcionamos, vamos a tener que prescindir de algún camarero».

José Antonio Aparicio está resignado. «Entiendo perfectamente estas quejas. Pero durante la negociación de la nueva ordenanza nos centramos en tratar de retrasar el cierre de las 11. Si otros han perdido una hora, está mal pero es un mal menor en comparación con la situación del distrito Centro».

Fuente: https://www.elmundo.es/

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