No ha sido una celebración de un Orgullo al uso. Si bien sus organizadores insisten cada año en el carácter reivindicativo de esta marcha, la de este sábado ha desbordado todas las previsiones. El constante goteo de declaraciones de representantes del Partido Popular y de Vox en las últimas semanas, asegurando que derogarían o revisarían leyes estratégicas que garantizan los derechos de las personas LGTBI+ hicieron saltar las alarmas.
También la divulgación en los últimos días del contenido de algunos de los pactos alcanzados por las dos fuerzas de la derecha para gobernar en diversos ayuntamientos y comunidades autónomas, han espoleado a los organizadores y a la ciudadanía en general a convertir esta marcha en una de las más masivas y políticas de los últimos años.
Según los organizadores, cerca de un millón de personas se concentraron en el céntrico Paseo del Prado de Madrid, en un recorrido que discurrió entre las plazas de Carlos V (Atocha), hasta la de Colón donde se ha leído el manifiesto final.
Este contexto electoral y el incremento de los discursos de odio hacia el colectivo también han impulsado a los organizadores a cambiar el lema de la marcha. Si en un principio se anunció que este año estaría centrado en las familias («Abrazando la diversidad familiar: iguales en derechos»), finalmente la pancarta que abrió la marcha modificó su mensaje al de «Por nuestros derechos, por nuestras vidas: con Orgullo».
«Venimos a defender nuestros derechos. Con una pancarta llena de ilusión y reivindicaciones de derechos humanos. Es un día especial. Para seguir pidiendo derechos para las personas LGTB+, para las racializadas. Todas cabemos. No hagamos caso a las provocaciones. Sabemos quiénes son nuestras aliadas y quiénes no. Que nadie mancille nuestros derechos», ha dicho Uge Sangil, presidenta de la FELGTB.
«Tenemos que salir a la calle. Para celebrar un Gobierno de progreso. No para uno que ponga a la sociedad gris. Los derechos se conquistan, se celebran y defienden. Ni un paso atrás», ha añadido.
«La ciudadanía tiene que tener en cuenta que el 23J están muy en juego nuestros derechos», ha comentado, por su parte, Rony de la Cruz, presidente de COGAM.
«Este año, con las presiones de PP y Vox, por primera vez peligran nuestros derechos. Esta vez no es de boquilla, esta vez van a por todas. Ayuso ya anunció que tiene redactada la práctica derogación de la ley trans de la Comunidad de Madrid», ha denunciado Carla Antonelli.
Durante la marcha también se ha incorporado una segunda pancarta en la que se podía leer: «Por un pacto de estado contra los discursos de odio». Entre los líderes políticos en la pancarta de cabecera han estado Teresa Ribera y Yolanda Díaz. Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha ubicado en la carroza de Podemos. Del Gobierno también han acudido Fernando Grande-Marlaska, Diana Morant e Ione Belarra.
El manifiesto de esta edición del orgullo ha animado a votar el 23J para «defender» los derechos LGTBI+. La organización del Orgullo de Madrid ha llamado este sábado al colectivo a acudir a las urnas en las elecciones generales del próximo 23 de julio para «defender» sus derechos porque, según el texto de su manifiesto, en estos comicios las personas LGTBI+ se «juegan la vida».
«Vamos a movilizarnos el próximo 23 de julio para defender nuestros derechos, para que no retrocedamos, para que no volvamos a tener miedo, para que no nos vuelvan a insultar y humillar», ha animado el manifiesto, que pide que «nadie se quede en casa» el día de las elecciones.
Los organizadores de la manifestación han asegurado que los derechos y las vidas del colectivo «están en riesgo» por el aumento en España de los discursos de odio, que a su vez provocan «discriminaciones, acoso, insultos, agresiones, violencia, miedo y armario».
Ante esta situación, la organización ha pedido a los partidos políticos que firmen un «pacto de odio contra los discursos de odio» que defiende a los grupos sociales más vulnerables, porque «los delitos de odio son la consecuencia, pero los discursos de odio son la causa».
Montero ha reivindicado la celebración del Orgullo como «una victoria frente al odio» y ha asegurado que España es un país «mejor» con la Ley Trans y por los derechos de las personas LGTBI, informa Europa Press.
La ministra de Igualdad ha calificado la celebración del Orgullo de «corazón de la democracia» en la que se recuerda que «el más fundamental de todos los derechos» que, según ha señalado, es «ser quien eres», «no ser discriminado», «no sufrir odio, ni cualquier violación de derechos humanos por ser».
«El silencio no nos protegerá», ha asegurado, tras agradecer la labor que el activismo LGTBI hace en esta lucha. La ministra ha llamado, así, al colectivo a «hacerse visibles» como «mejor combate frente al odio». «Sabemos que hoy España es un país mejor gracias a la lucha LGTBI y gracias a los derechos LGTBI conquistados», ha apuntado.
Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha respondido al presidente de Vox, Santiago Abascal, diciendo que ella también es heterosexual y que celebrado el Orgullo para tener «un país con más libertades».
En este sentido, ha vuelto a decir que «la única aportación» que ha hecho el PP al Orgullo ha sido «meter a los ultras que restringen los derechos y la libertad en España».
A pesar de las protestas y las manifestaciones políticas, el Orgullo ha sido una fiesta. Familias con niños, madres que acudieron para apoyar a sus hijas o adolescentes que aún no votan pero que creen que este año hay que estar, se entremezclaron con hombres y mujeres en purpurina.
Muchas veces en ropa ligera o marcándose un baile coral en medio del Paseo del Prado. Las charangas y batucadas acompañaron con un ruido ensordecedor, haciendo las delicias de muchos de los asistentes, que se arrancaron al ritmo de los tambores que retumbaron en todo el cuerpo
Esther, de 35 años y lesbiana «desde siempre», ha participado en varias manifestaciones del Orgullo, pero afirma que desde hace años no siente tanta energía y tanta rabia.
«Claro que tenemos que salir a las calles, a las plazas y a las urnas. La amenaza de que viene el lobo ya se quedó vieja. El lobo ya está entre nosotras. La pregunta es qué vamos a hacer. Yo creo que hay que celebrar la vida y los derechos conquistados y sobre todo no dar ni un paso atrás. Nos quieren callados, nos quieren en los armarios. Hay que decirles en las urnas que no», dice.
Noa, Angelina y Zaira tienen 16 años. Creen que es importante reivindicar y manifestarse. Sin embargo, cuando son preguntadas por su opinión sobre la situación política actual y las declaraciones de PP y Vox en relación a los recortes en derechos para el colectivo, coincidieron en que prefieren no meterse en política. «Lo único que no quiero es que gane Vox», afirma Noa.
Fuente: https://www.publico.es/